MONTEVIDEO, Uruguay.--Peñarol de Uruguay y Santos de Brasil igualaron 0-0 el miércoles en el choque de ida por la final de la Copa Libertadores en el que los uruguayos parecieron fieles a una idea: cuando no se puede ganar lo mejor es no perder.
Peñarol se vio por momentos en figurillas y además desaprovechó la localía. El campeón de la Libertadores se definirá en el desquite el 22 de junio con Santos como anfitrión.
Peñarol y Santos reeditarán la gran final de 1962 que ganaron los brasileños, éxito que repitieron un año después con Pelé en una función de gala. Los uruguayos fueron campeones en la inauguración del torneo en 1960 y luego en 1961.
Eso significa que Santos y Peñarol se repartieron las cuatro primeras ediciones de la Libertadores, el campeonato más prestigioso del continente a nivel de clubes.
Después de un comienzo vacilante, ambos equipos empezaron a arrimar al menos un poco de peligro ante unas 60.000 personas que le tributaron a Peñarol un impactante recibimiento con fuegos de artificios que iluminaron aún más al estadio Centenario.
Neymar se la pasó a Ze Eduardo y su disparo rasante fue conjurado por Sebastián Sosa. Luego, Juan Manuel Olivera apareció como rayo en el área y el cuerpo de Rafael le puso el pecho a las balas.
Hubo impericia de los atacantes para concretar y acierto de los arqueros para atajar.
Con un juego estancado en mediocampo, el partido se hizo friccionado y sin resquicio para la gambeta, cuyo abanderado del Santos, Neymar, poco y nada pudo hacer.
Neymar, la gran estrella del Santos y de quien se dice que podría ser algo así como un Pelé, fue amonestado poco después del cuarto de hora por fingir una infracción, según el criterio del árbitro.
"Yo no fingí nada", dijo Neymar al término del primer tiempo al canal Fox Sports. "Estoy preocupado porque en algún momento me pueden echar".
Poco antes, y con Peñarol pertrechado en su defensa, Neymar apareció como una tromba a los 20 minutos y su disparo fue salvado por Sebastián Sosa, quien un minuto después volvió a sufrir con un remate de Bruno Rodrigo que pegó en el travesaño.
Dentro de una cancha resbaladiza, ambos equipos enhebraron ataques infructuosos y dando la sensación de que el gol solo podía llegar por rebotes fortuitos o apariciones milagrosas.
Y el milagro apareció al despuntar el complemento, pero el protagonista fue Sosa cuando le tapó un remate a quemarropa a Elano, compañero de Neymar en la selección de Brasil que estará en la inminente Copa América en Argentina.
Mientras el aliento de la hinchada de Peñarol bajaba como caricias, Santos volvió a perderse el primero cuando Alex Sandro se fue por la punta izquierda y el cabezazo de Ze Eduardo se fue lamiendo un palo.
Santos palpitaba un final feliz pero otra vez Sosa le ahogó el grito de gol a Neymar, quien se le tocó con suavidad pero sin dirección.
Suelto y dominante, Santos terminó en ataque con un armonioso juego colectivo al que le faltó cristalizar en la red.
